Desde hace más de dos años, un equipo de 4 personas operarias del Centro Especial de Empleo de la Fundación Talleres y un monitor realizan tareas de manipulación y montaje de componentes en las instalaciones de Pfisterer, una empresa dedicada a la fabricación de cables, aislantes, conectores y accesorios eléctricos.
Esta práctica se denomina enclave laboral, y para las personas que forman parte les permite desarrollar una labor productiva en un entorno de empresa ordinaria, y a la vez relacionarse con personas que habitualmente no forman parte de su círculo social, rompiendo estereotipos y sintiéndose personas reconocidas, valoradas y con una red de conexiones sociales.
Los atributos positivos que este hecho conlleva, son innumerables pero podríamos destacar la mejora de la autoestima o la satisfacción que genera poder disponer de una vida independiente gracias al salario mensual, por parte de las personas; y convertirse en una organización inclusiva, abierta, plural y con inquietudes sociales por parte de la empresa.
Además, para Pfisterer, el hecho de tener el equipo integrado entre los profesionales de la propia empresa permite una comunicación muy directa y al mismo tiempo cumplir con los requisitos que establece la ley vigente en materia de contratación responsable.
Lo que mejor resume toda esta experiencia son las palabras de Ricard Burgada, monitor de la Fundación Talleres que lidera este enclave laboral:
«Desde el primer momento la acogida ha sido generosa e igualitaria, nos han hecho sentir integrados en todo momento, asumiendo las mismas exigencias y derechos que todas las personas que forman parte de la plantilla.
Para nosotros, ver desde dentro una empresa «normalizada – inclusiva» nos hace ver que no tenemos ninguna barrera para conseguir nuestros sueños a nivel laboral, que no tenemos que tener miedos ni ponernos límites, que somos perfectamente capaces de alcanzar las metas que nos proponemos y que es muy gratificante que te reconozcan el esfuerzo realizado cuando se alcanzan las metas.
Todo esto nos hace coger confianza, seguridad y empuje para continuar creciendo en la vertiente laboral y personal, gracias a la filosofía a medida de Pfisterer, donde a medida que pasa el tiempo y logramos objetivos, se nos encargan más tareas y responsabilidades que ni siquiera habíamos podido ni imaginar «.
El buen encaje entre Fundación Talleres y Pfisterer hace que sea un éxito y modelo a seguir para que las personas con discapacidad y / o problemas de salud mental, tengan un lugar de empleo de manera habitual, en la empresa ordinaria.
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